Indispensable en cualquier ciclo de Semana Santa que se precie. Las otras van cambiando. Ésta nunca falla. Antes de continuar con el comentario, quiero aclarar una cosa sobre el género. Hay dos tipos de peplum: las películas de romanos y las de romanos con cristianos. En las de romanos a secas se incluirían también las de griegos, y en realidad son las que más me gustan porque suelen ser de aventuras y mucho más entretenidas. Todos sabemos que la mayoría de peplum deja bastante que desear, pero tiene su encanto. Las de romanos con cristianos suelen tener más presupuesto, y ser más elaboradas pero sintiéndolo mucho a mí personalmente me mata el tonillo victimista y moralizante en el que resulta que ser bueno es igual a ser tonto perdido. Con todo esto me refiero al peplum clásico, sobre las películas más modernas, ya hablaremos en otra entrega de este ciclo. Ben -Hur pertenecería al segundo grupo (por eso la incluyen en los ciclos de Semana Santa) aunque se salva porque la mayor parte de la película en realidad es de aventuras, y el componente religioso, se da sobre todo al final y no es tan exagerado como en otras producciones. La película tiene mucho encanto y es la típica que si pillas una escena en la tele, te acabas quedando hasta el final, a no ser que aproveches los anuncios para despegarte de la pantalla. Yo tuve la oportunidad de verla en el cine, en una reposición que hicieron cuando era pequeña y salí alucinada. Lo mejor, sin duda es la carrera de cuádrigas que no ha quedado para nada desfasada, sí lo han hecho otros aspectos como la extraña amistad entre Judá y Messala, pues a veces parece que en vez de amigos hubieran sido novios. Las mujeres son un poco pánfilas, pero era lo que se estilaba en la época. La escena de las galeras también es muy grande, con esos toques de tambor...me encanta. En fin que recomiendo a todo el mundo que la vea, es una película estupenda.
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