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sábado, 25 de septiembre de 2021

Akatsuki no Yona (Yona, princesa del amanecer)


 Este es uno de mis favoritos. Vi el anime y me encantó pero me quedé hecha polvo porque justo termina cuando empieza lo bueno. De hecho la historia de Zeno, el dragón amarillo, se narra en los ovas porque aparece justo al final del anime no recuerdo de memoria si en el último o el penúltimo capítulo. Así que hay que leer el manga (que todavía sigue abierto) porque es donde se desarrolla realmente la historia. Es un manga muy completo porque tiene de todo: acción, aventura, intrigas, romance y sobre todo mucho, mucho sentido del humor. Esta vez como es un poco largo podré explayarme aunque haga algo de espoiler. Dar muchos detalles de un manga de 12 capítulos es destriparlo completamente, por eso algunas de mis reseñas son tan breves.

Yona es la princesa heredera del reino de Kouka. Es una persona alegre y bondadosa y posee muchas inquietudes y un gran potencial pero su padre, en un intento excesivo de protegerla, la ha convertido en una auténtica inútil. La ha encerrado en una burbuja de comodidades y le ha ocultado todas las miserias de la vida. Su mayor preocupación es que su cabello rojo y rebelde no luce como a ella le gustaría. El día de su decimosexto cumpleaños su vida da un cambio dramático: su primo Soo Woon del que está enamorada, asesina a su padre y se hace con el trono. Lamentablemente ella ha sido testigo del crimen así que debe ser eliminada. Yona consigue escapar del castillo con ayuda de Hak, su guardaespaldas pero ahora todo el mundo los persigue porque la versión oficial es que Hak ha asesinado al rey y ha secuestrado a la princesa. Para acabar de complicarlo todo, un sacerdote le profetiza a Yona que si quiere vivir, debe encontrar a los cuatro guerreros dragones de una antigua leyenda para que ayuden a Hak a protegerla porque los enemigos son demasiados y demasiado fuertes para ser combatidos por un solo hombre. Para ayudarles a buscarlos, el sacerdote les encomienda a  Yoon, un muchacho de quince años que, al contrario que Yona, sabe hacer prácticamente de todo y, si no sabe, es capaz de aprender con una habilidad extraordinaria. Uno a uno los cuatro dragones se irán incorporando al grupo y todos tendrán que irse adaptando a las peculiaridades de los demás. De hecho Yoon se desespera porque son todos muy raros y eso hace que el grupo llame demasiado la atención dificultando el modo incógnito que tanto necesitan. Todos los demás dicen que son imaginaciones suyas. Obviamente Yoon tiene razón. 

Ésta es, sobre todo, una historia de superación personal. Yona pasa de ser una completa inútil a ser una superviviente nata. Con ayuda de Hak, Yoon y los cuatro dragones aprende a hacer cualquier cosa que se le ponga delante, desde luchar con una espada hasta descuartizar un ciervo, también aprende sobre la realidad del mundo y el poder de la lealtad, la amistad y el amor. Las relaciones que se establecen entre los miembros del grupo son realmente hermosas. Hak, que está enamorado de la princesa, al principio es reticente a permitir que los dragones se unan al grupo porque no acaba de fiarse de ellos y teme que puedan causarle algún daño, pero termina convirtiéndose en dragón honorífico y Yoon acaba actuando como la madre de todos porque, aunque es el más joven y el único que no lucha (porque la violencia va en contra de sus principios), en realidad es el más sensato de todos. Yona es incluso capaz de llegar a matar literalmente si alguien lástima a alguno de sus compañeros. También es de agradecer que Soo Woon no sea el típico villano malvado que quiere conquistar el mundo porque sí. En realidad las cosas son mucho más complejas de lo que parece y el nuevo rey en realidad no es más que un psicópata que es capaz de hacer cualquier cosa con tal de conseguir sus objetivos que, en el fondo son mucho menos oscuros de lo que parece. 
Es muy divertido ver como la visión del mundo de los protagonistas cambia a medida que cambian sus circunstancias vitales. Los dragones experimentan un fuerte impacto al conocer a Yona. Ellos esperan la llegada de un guerrero al que servir y se encuentran con una amable chica indefensa. Da ternura ver cómo Yona tiene por fin una amiga (cuando vivía en el palacio los únicos amigos que tenía eran Hak y Soo Woon debido a su aislamiento pues eran las únicas personas más o menos de su edad con las que tenía una relación continua) y cómo ante el estupor de ésta Yona considera normal dormir a la interperie, comer cualquier cosa o compartir habitación con seis chicos. Cómo cambian sus sentimientos hacia Hak y el desconcierto que le supone. Sobre todo porque no tienen nada que ver con los que tenía por su primo. Ver como a Hak se le desmonta por todos lados su fachada de Tsundere es de lo mejor del manga sobre todo porque Jae Ha, el dragón verde, disfruta chinchándolo a ver si salta (de los creadores de "Tomoe está fatal" "Hak esta igual o peor") y la torpeza de Yona al expresar sus sentimientos no ayuda. Suerte que Yoon, y los dragones están ahí para ayudar. Podría explayarme durante mucho tiempo pero tampoco se trata de explicarlo a tiempo real por eso no hablo más de los dragones, porque no terminaría nunca. 

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