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martes, 25 de octubre de 2022

Shaman King

Oyamada Manta es un chico muy menudo que vive únicamente centrado en los estudios. una noche se le hace tarde al salir de una de sus múltiples clases de refuerzo y decide tomar un atajo para volver a casa. Es entonces cuando conoce a Asakura Yoh, un chico despreocupado que lo invita a observar las estrellas con él y sus amigos. Es entonces cuando Manta descubre unas cuantas cosas: que están en medio de un cementerio, que los amigos de Yoh son fantasmas y lo más aterrador: qué él mismo puede ver espíritus. Manta se asusta y huye pero al día siguiente coinciden de nuevo en el instituto. A partir de ahí Manta y Yoh se hacen amigos (Yoh en realidad se hace amigo de todo el mundo) y le cuenta a Manta que es un chamán y que se ha trasladado a Tokio para participar en el Shaman Fight, un torneo entre chamanes que se celebra cada 500 años y que determinará quién se convertirá en el Shaman King que tendrá la posibilidad de entrar en contacto con los grandes espíritus, cumplir sus sueños y cambiar el mundo. El sueño de Yoh es simplemente llevar una vida tranquila. Poco a poco se les van uniendo nuevos personajes como Amidamaru, el espíritu acompañante de Yoh, un samurái fallecido hace 600 años, Anna, la prometida y entrenadora de Yoh, Ryu el del bokuto, un marginado vestido de rocker que se pasa la vida buscando su lugar favorito del que siempre terminan echándolo...entre otros a cada cual más esperpéntico. 
Con este anime me ha pasado algo curioso, leí el manga en su momento y aunque no lo llegué a terminar (lo abandoné alrededor del tomo 11) tenía el recuerdo de haberme reído mucho y aunque salió la primera versión del anime no me llamó demasiado la atención porque ya había leído el manga. Recientemente descubrí que habían hecho una nueva versión animada y me vine arriba empujada por el buen recuerdo que tenía de la obra. Me dio la sensación de que no me acordaba de nada, era como si hubiera leído otra cosa. Parece ser que en realidad el anime y el manga son bastante diferentes y con ambos me he reído mucho pero me ha quedado una sensación agridulce, como si hubiera visto el anime demasiado tarde. La verdad es que es un shonen, shonen, con muchas peleas y enfocado a un público juvenil. Supongo que si no hubiera visto obras más adultas me hubiera gustado más aunque lo he disfrutado bastante.


 

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