Yoshinaga está harta de su trabajo en una gran empresa y decide renunciar pero le pide a su superior que no diga nada para no alterar a sus compañeros porque su puesto es crucial para la empresa. A dos meses de abandonar su trabajo, se acerca a la máquina de café y oye a los del departamento de ventas hablando de ella. La curiosidad le puede y descubre que están incitando a Satomura, el chico más popular de la empresa, a pedirle que sea su novia para reírse de ella. Satomura es un buenazo y no quiere hacerlo pero tiene un problema: no sabe decir que no. Yoshinaga sabe eso y sabe que terminará cediendo porque cree que ella lo rechazará y será la forma más sencilla de acabar con el asunto y evitarse problemas. Lo que él no sabe es que ella lleva seis años enamorada de él y ha decidido seguirle la corriente como regalo de despedida a su desagradable experiencia en la empresa. Una historia en la que ambos mienten y ambos se sienten culpables. Un manga precioso y entretenido en el que un "así me lo quito de encima" y un "que me quiten lo bailao" se unen haciendo que los personajes se enfrenten a sus propios demonios. Realmente vale la pena leerlo.
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