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sábado, 24 de noviembre de 2018

Los filólogos no existimos

Últimamente estoy en modo "fiel espada triunfadora" y, ya que me apetece quejarme, he decidido canalizar mi intolerancia a la injusticia para hacer algo de provecho y escribir esta entrada. Resulta que si lo llego a saber no cojo un puñeteros libro en la vida porque total, aquí el más idiota triunfa y si tienes más de dos neuronas te condenan al ostracismo. Lo de aprobar el bachillerato con un suspenso es ya el colmo de la vergüenza, aunque ya se hacía de tapadillo (y con más de una también) , cualquiera que haya sido profe lo sabe. Yo creo que la educación en España está para desmantelarla y reformularla desde cero, pero visto como se hacen aquí las cosas podrían enviar a los chavales una felicitación en su 16 cumpleaños en la que se incluyera como regalo el título de la Eso. A ellos les ahorraríamos el trauma de pasar por un instituto al que no quieren ir y a las arcas del estado un montón de millones. Pero eso no puede decirlo un filólogo porque la filología es esa cosa rara e inútil que sólo estudian un puñado de idiotas para acabar siendo profes o en la cola del paro. Se busca la opinión de un experto para cualquier estupidez pero para temas de lingüística o literatura el vecino del quinto te vale. La saga "crepúsculo" es alta literatura y decir o escribir "aiga" no sólo no nos escandaliza sino que nos parece correcto (eso por no hablar del lenguaje inclusivo, el aluvión de anglicismos absurdos y la estúpida manía de escribirlo todo con "k") Ni siquiera he encontrado una viñeta sobre filólogos, he tenido que conformarme con una sobre profes de lengua que es donde acabamos la mayoría en el mejor de los casos. Por cierto, lo que dice la viñeta es tal cual, aunque debería añadir "madre sustituta". 

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