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lunes, 18 de diciembre de 2017

la tontería esa del inglés

Cervantes plasmó perfectamente el espíritu español pero se quedó corto, si en sus tiempos éramos ya unos quijotes, ahora somos directamente gilipollas. Ahora nos ha dado por el inglés. Parece que si no hablas inglés no tienes derecho a la vida y que para cualquier trabajo sin cualificar tienes que tener un perfecto acento londinense ¿nos hemos vuelto locos o qué? Empezamos con la manía absurda de no traducir los títulos de las películas, si has traducido el la película entera ¿en serio vas a dejar el título en inglés? pues sí y además les importa una mierda que se trate de una saga y que en las primeras entregas se haya traducido. Toda la vida ha sido <<la guerra de las galaxias>> ahora es <<star wars>> ¿Y qué significa <<star wars>>? pues ni más ni menos que <<la guerra de las galaxias>> pero en inglés hace más culto. Luego el esnobismo de ver las películas en versión original subtitulada porque así aprecias los matices de interpretación de los actores, sí pero no la del director de fotografía, porque yo mientras pierdo el tiempo mirando las letras no veo tres leches, sin contar con que al leer no escucho y no capto ningún matiz interpretativo, lo único que capto es si la voz del actor en cuestión me gusta o no. Si sabes tanto inglés échale huevos y quita los subtítulos.  Eso sin contar con que no todas las películas están rodadas en inglés ¿vas a ver también a pelo el cine de hong kong o de bolywood?
Lo más humillante está llegando ahora. Hay quien aboga por que hay  impartir la educación en inglés. Cualquiera que haya trabajado dando clases de lengua en un instituto sabe que los alumnos actualmente no son capaces de hablar correctamente ni su propia lengua materna. Y me refiero al castellano, no al inglés. Nuestro sistema educativo está para desmantelarlo y empezar de cero pero eso daría para varias entradas, centrémonos en el tema que nos atañe. En España no se habla en inglés a menos que trabajes en una multinacional y/o viajes mucho. Es absurdo pretender que un agente de desarrollo LOCAL y lo de local lo pongo en negrita y mayúsculas a propósito, sea elegido en base a sus altos conocimientos de inglés. Para abrir un pequeño negocio de artesanía en un pueblo de Teruel o de Burgos no te hace falta ¿Con quién vas a hablar, con los chinos? Me da a mí que tus vecinos, que son los que van a comprar tus productos (no olvidemos que se trata de un negocio local) no tienen necesidad alguna de hablar contigo en inglés.

viernes, 15 de diciembre de 2017

saga invicto

Es un despropósito en su propia concepción. Parte de una película con presupuesto protagonizada por Wesley Snipes. Un film de boxeo clásico pero en un entorno carcelario.Una película correcta, bien hecha y entretenida. El fenómeno surge a partir de invicto 2 cuándo alguna mente enferma creo la figura de Yuri Boyka que, en origen aparece como villano. Se transforma entonces en un telefilm basurero pero que resulta tremendamente hipnótico. El entorno pasa de ser una cárcel estadounidense donde se organiza una liguilla de boxeo legal, con sus árbitros y sus reglas a una cochambrosa y corrupta cárcel siberiana donde las mafias tienen montado todo un tinglado de apuestas ilegales. Hay que señalar, que a pesar de las condiciones climatológicas extremas todos los luchadores van absolutamente descamisados.  La figura de Yuri Boyka es el imán perfecto para convertirla en una saga de culto.
El personaje resulta tan atractivo que pasa a ser el protagonista absoluto de la saga. Yuri Boyka es en realidad, un ser espiritual y profundo al que nadie comprende. Parte de la base de que Dios le ha dado un don: ser el luchador más completo de todos los tiempos y el hecho de no aprovecharlo sería contrariar los designios divinos. Por eso se dedica a repartir mamporros a diestro y siniestro. Es algo que no se puede explicar. Hay que verlas. De hecho la primera, siendo la mejor con creces, parece difuminarse dentro del contexto de la saga. Boyka está interpretado por Scott Adkins el luchador más desaprovechado de todos los tiempos, pero de eso ya hablaremos en otra entrada. 

martes, 12 de diciembre de 2017

Diferencias entre el intérprete y la voz lírica

Visto que la ignorancia y el sentido común campan a sus anchas sobre todo por los medios, me he decidido a escribir esta entrada para aclarar dudas. Brevemente, Tu puedes llamarte Lola y cantar el <<Soy minero>> y el mensaje de la canción es el mismo que si te llamas Paco.  Una cosa es el narrador del poema o canción (voz lírica) y otra el sexo de la persona que recita o interpreta. En muchas canciones de Mecano por ejemplo, la voz lírica es la de un hombre y sin embargo son interpretadas por una mujer sin ningún problema. Ahora parece que si ambas voces no coinciden hay que cambiar la letra, y entonces se producen incongruencias, en algunos casos aberrantes por intentar igualar dos cosas que no tienen nada que ver. Un poema Lorca si está bien recitado tendrá la misma fuerza lo recite quien lo recite. Yo puedo decir  <<Y yo me la llevé al río / creyendo que era mozuela / pero tenía marido>> y da igual si soy una mujer el mensaje es el mismo. Si me da por cambiar la letra pues...<<y yo me lo llevé al río (hasta ahí tira que te vas)/ creyendo que era ¿mozuelo?(a la mierda la rima) / pero tenía ¿Marido? (lo acabo de hacer homosexual / bisexual) ¿Mujer? ( a la mierda la rima, la estrofa, el contexto y poema entero). Lo que quiero decir es que lo importante es mantener la esencia de lo que se quiere decir independientemente de quién lo transmita.

sábado, 9 de diciembre de 2017

El por qué de los nombres de mis personajes

Una de las cosas que más sorprende a la gente que ha leído mis novelas de fantasía épica son los nombres de los personajes <<tienes que cambiar los nombres>> me dijo uno de mis lectores cero ante el borrador de El Lector De Linajes. (Para el que no lo sepa un lector cero es la manera técnica de llamar al familiar o colega al que le das la tabarra para que les eche un ojo a tus manuscritos antes de publicarlos, aunque hay gente que lo hace en modo más profesional). Otros no fueron tan tajantes pero todos coincidieron en lo mismo: cuando lees una novela de género fantástico lo último que esperas es que los protagonistas se llamen Diego, Leonor o Rodrigo. Parece que por fuerza tengan que llevar nombres eslavos o similares. Eso está genial si tu novela está ambientada en Finlandia, pero si los topónimos de tu universo tienen nombres como Villaroya o Burgoluengo resulta absurdo que el protagonista se llame Güendal. (ojo he visto casos similares). Todo debe tener una coherencia interna. Sé que existen generadores de nombres para ese tipo de novelas como este pero , al menos en mi caso son los personajes los que deciden su nombre y ponerles un nombre inventado me parece privarlos de parte de su personalidad. Ya hablé de que tienen vida propia en esta entrada.