Ya he hablado en alguna otra entrada de la multitud de trabajos que tiene que hacer un escritor. Hoy voy a centrarme en el tema de las ventas. Parece que además de escribir un libro que aunque lo parezca no es tarea fácil, tienes que ser un genio de la mercadotecnia y pasarte el día metido en redes sociales dando la brasa para que compren tu libro. Para el que no lo sepa, un escritor, uno de verdad, es un artista y los artistas por definición no acostumbran a ser buenos vendedores. No es su trabajo. Es como si le pides al fontanero que te arregle el ordenador. Y parece que cuanto más pesado eres y más te repites como un loro mejor vendedor eres. Es contraproducente. Si yo veo en todas partes "compra este libro" compro cualquier otro. Pero lo que prima es vender y vender mogollón y machacar y machacar hasta conseguir tu objetivo (o que te partan la cara por pesado). Viendo cómo está el patio se le quitan a uno las ganas de escribir porque todo acaba desvirtuándose y conviertiéndose en auténtica basura. Plagios y plagios del best-seller de turno, novelas con sinopsis y portadas prácticamente idénticas, frases repetidas hasta la saciedad "una novela que te sorprenderá" "no podrás dejar de leer" "una novela diferente que te enganchará"...y piensas "¿estaré haciendo yo lo mismo?" "¿seré tan pesada como el plasta ese?" y llegas a la siguiente conclusión "estoy en la mierda". Porque parece que todo en este mundo tiene que acabar convirtiéndose en esto (yo me siento como la pelirroja del fondo):
martes, 28 de febrero de 2017
jueves, 9 de febrero de 2017
viernes, 3 de febrero de 2017
Burradas del facebook 2
<<Para un escritor el hecho de escribir es secundario. Lo
importante es saber venderse >>
Esto
suele venir acompañado de una parrafada rimbombante sobre el coaching, el
target, los nichos de mercado y un montón de anglicismos sin sentido. En uno de
los casos además se afirmaba que todos los clásicos de la literatura eran una
panda de pelotas y vendemotos que parasiteaban a sus mecenas ¡Qué poco sabía
quién lo escribió de historia de la literatura!
Me pregunto qué le diría este individuo a su médico si éste le dijera
que curarle es secundario, que lo importante es llevar un buen traje, hacerse
unas tarjetas bonitas y
hablar con un lenguaje superfluo y vacío de contenido.
La
gente que piensa que todo se basa en el marqueting debería dejar de dárselas de
artista y hacerse comercial que es lo que realmente le gusta, además de ser
perfectamente lícito y al menos serían honestos consigo mismos y con los demás,
pues podrían dedicar todo su tiempo a vender los productos de otros (que a lo
mejor sí se dedican a hacerlos bien) en lugar de hacer un churro en diez
minutos y luego intentar hacernos creer que ese plagio descarado de caperucita
roja, con errores sintácticos, tramas imposibles y faltas de ortografía, es una
original y revolucionaria innovación de la creación literaria que cambiará para
siempre el concepto del arte en el mundo.
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