Kouran es una huérfana que vive en el reino de Kou. Fue abandonada cuando era un bebé y adoptada por el alcalde y médico de la aldea. Lamentablemente es una época de escasez y los aldeanos están ahogados a impuestos que no pueden pagar. Por eso Kouran decide colarse en el palacio imperial y robar cualquier cosa que le permita pagar a los recaudadores. Sorprendentemente entra sin ninguna dificultad y se cruza con Shiki, un joven que parece estar en su misma situación. Sólo lo ve un momento porque desaparece justo antes de que los guardias la descubran y la expulsen del palacio sin hacerle ninguna pregunta. Al día siguiente se extiende la noticia de que el heredero al trono ha sido asesinado y se ofrece una recompensa por el sicario. Kouran sospecha que Shiki es el asesino y va en su busca para reclamar la recompensa pero lo encuentra en el bosque malherido y, siguiendo las enseñanzas de su abuelo, decide que no está bien no ayudarlo, sea quien sea. Kouran esconde a Shinki en una cueva y trata sus heridas poniendo en espera su intención de entregarlo, al menos hasta que se recupere. A medida que lo va conociendo, empieza a darse cuenta de que Shiki no parece en absoluto un asesino.
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