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viernes, 15 de abril de 2022

Cuestión de edad


Rose es una romántica incurable con el corazón roto. A sus veintinueve años no ha conseguido nada en la vida, su prometido la ha abandonado por un mensaje en el móvil y ha perdido su trabajo y su casa. No se atreve a enfrentar a su familia así que acepta la invitación que le hace su amiga Yura para que viva con ella. Yura tiene un trabajo extraño para un jefe aún más extraño al que ni siquiera conoce personalmente. Se comunica con el mediante un Walkie Talkie y lo único que tiene que hacer es limpiar su casa y llevarle la comida cuando él le diga. A cambio tiene un buen sueldo y un piso cedido por su jefe que vive en la puerta de al lado. A los pocos días de mudarse, Yura se marcha dejando a Rose como su sustituta en el trabajo. Todo sería sencillo si no fuera porque Rose no es como Yura y termina  conociendo al jefe, Daniel, que resulta ser un joven millonario de  veintitrés años fundador de Lime, una importante empresa de comunicaciones.  Rose sabe que trabaja en una gran empresa y que tiene un buen cargo pero no tiene ni idea  de quién es en realidad así que lo trata como trataría a cualquier persona. Es más, Daniel le recuerda a su hermano pequeño ya que tienen la misma edad. Así que lo trata con cierto cariño pero tampoco se calla lo que piensa, lo regaña cuando cree conveniente e intenta aconsejarle haciendo cosas tan absurdas como enseñarle cómo administrar su economía doméstica. Eso desconcierta mucho a Daniel que está amargado porque todo el mundo lo juzga por su edad y lo busca por su dinero. Todo se complica cuando el socio de Daniel conoce a Rose y lo convence para que la contrate como secretaria. Una buena historia sobre las relaciones personales, los prejuicios y los demonios interiores. Rose es un peligro andante porque no puede quedarse quieta, no tolera la injusticia y no puede evitar ayudar a los demás por lo que cuando aterriza en Lime no sólo se mete en el bolsillo a sus compañeros sino que alborota a sus competidores y hace que todo se ponga patas arriba. La verdad es que tiene momentazos como cuando Rose se lleva a Daniel a hacer la compra y le enseña cómo aprovechar las ofertas a una persona que te da un billete grande para comprar cualquier chorrada y ni siquiera se preocupa por recoger el cambio. Además la trama es compleja y engancha la verdad es que me ha gustado mucho.


 

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