Imwoo es el hijo de una familia adinerada y está traumatizado por las mujeres porque su abuela y su madre se han dedicado a organizarle la vida y su hermana mayor lo odia porque las dos anteriores le dan todo lo que a ella le niegan sólo por ser un hombre. El pobre Imwoo nunca ha podido hacer lo que realmente quiere y está completamente amargado. Un día, durante una aburridísima cita a ciegas organizada por su madre, conoce a Sungsil, una chica atolondrada e impulsiva. Las circunstancias de su primer encuentro son más que esperpénticas y consiguen hacer reír a Imwoo, cosa que casi nunca sucede. Poco después coinciden en el trabajo como jefe y empleada. Sungsil no quiere trabajar ahí porque su padre la ha obligado a hacerlo y decide tirarle los tejos a su jefe para que la despida pero sus descarados métodos hacen que Imwoo se divierta y no quiera alejarla de él. Además ella tiene un gran sentido de la justicia y no duda en decir lo que piensa sin importar quién esté delante lo que le trae muchos problemas con la hermana de Imwoo.
Un manhwa muy muy divertido y adictivo que hace que te replantees un montón de cosas. Sungsil parece una loca descerebrada que dice lo primero que se le pasa por la cabeza pero en realidad no es así. En realidad es una persona altruista y justa que no duda en defender sus valores aunque sus formas son un tanto extremas. Imwoo en cambio parece que lo tiene todo pero realmente su vida no es más que el proyecto de su abuela alimentado por su madre. Él no quiere nada de lo que le obligan a tener o a hacer pero es incapaz de plantarle cara a su madre porque siempre que lo intentó fue inútil y contraproducente, hasta que conoce a Sungsil y se da cuenta de que no todas las mujeres son iguales y que otro tipo de vida es posible.
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