Chi-Young y Ji-Joon han sido amigos durante mucho tiempo. Se conocieron en la universidad y cuando Ji-Joon fundó su propia empresa contó con Chi-Young desde el principio. Durante uno de sus viajes de trabajo, su vuelo es cancelado y deciden desplazarse en tren. En la estación, Chi-Young ve a su novio, que supuestamente estaba visitando a su familia, con otra mujer. Intenta ponerse en contacto con él pero no responde a sus llamadas. Por la noche la llama como si no hubiera pasado nada. Ella le dice lo que ha visto y ante su intento de justificarse rompe con él. Ji-Joon la consuela y terminan pasando la noche juntos. Es ahí donde Chi-Young descubre que su amigo ha estado enamorado de ella desde el principio pero como ella tenía novio se contentaba con tenerla cerca y que fuera feliz. Una vez que está libre y su felicidad se ha roto Ji-Joon no está dispuesto a perder la oportunidad de conquistarla y ser él la persona que la haga feliz.
Una historia corta pero muy bonita. El argumento es simple pero nos hace reflexionar sobre el amor, las relaciones y la infidelidad. El mundo de Chi-Young se pone patas arriba cuando descubre que su novio, con el que llevaba nueve años de relación, la engaña y encima intenta justificarse. Ella empieza a dudar desde cuándo la está engañando y se le abren viejas heridas pues su padre era infiel y su madre lo consentía. Por si no se sentía suficientemente estúpida descubre los verdaderos sentimientos de su amigo por ella pero sorprendentemente, no le molestan en absoluto.
