Ranmi es una chica que para pagar sus estudios trabaja en una agencia que realiza todo tipo de recados. Un día recibe una solicitud para hacer de novia de alquiler. Pese a que toma precauciones mediante la redacción de un contrato y a pesar de que en teoría sólo debe asistir a una fiesta con su cliente durante un par de horas, los amigos de Yoo Hyuk, insisten en que se besen (cosa que estaba prohibida por contrato) e incluso les pagan una habitación en el hotel en el que se celebraba el evento. Su idea es entrar en la habitación para que todos se callen, estar un rato ahí y salir sin que nadie los vea pero también les han enviado cena y vino así que la cosa se complica y terminan pasando la noche juntos. Ranmi huye y pretende hacer como que no ha pasado de nada entre ellos pero Yoo Hyuk la busca para contratarla de nuevo porque sus amigos se han ido de la lengua y les han dicho a sus padres que tenía novia. Cabe decir que toda esta historia comienza porque él contrata una novia para que todos lo dejen en paz y dejen de pensar que es gay. Para acabarlo de arreglar, Ranmi finaliza sus estudios y termina trabajando para Yoo Hyuk. Una historia sencilla y entretenida en la que ambos se enamoran al besarse pero ella se niega a admitirlo porque es consciente de su diferencia de estatus mientras que a él le importan un carajo las convenciones sociales. La idea es buena pero no acaba de estar bien desarrollada, quedan cabos sueltos y se le podía haber sacado más partido. Parece como si la hubieran acabado con prisas. De cualquier forma es entretenida y corta y para pasar el rato está bien.
