Sí, señor, he vuelto a descubrir la nueva serie de los tontos (la mítica fue Doctor en Alaska, ya lo comenté aquí) y es que las dos de la madrugada no son horas para programar nada que no sea una repetición. Pero van y lo hacen. Y se quedan tan anchos. Parece como si los programadores dijeran "vaya esperpento nos han colado, ¿y ahora qué? pues lo ponemos a las tantas y así rellenamos huecos, total nadie se va a dar cuenta". Pues sí, yo me he dado cuenta y no sólo eso sino que me he enganchado. Por lo menos se les agradece que de momento ni cambien el día, ni la hora ni "barajen" los capítulos. ¡Cómo odio que hagan eso! en un capítulo la protagonista aparece con el pelo cortísimo y en el siguiente con una melena hasta la cintura, sin contar que ha cambiado de novio, de trabajo y su hijo ha desaparecido del planeta tierra.Pero hablemos de la serie: decir "colgados" es un eufemismo, y de los gordos. Al personaje interpretado por Danny DeVito lo que más le preocupa es "que el culo respire" y sablear a sus hijos, uno de los cuales está obsesionado por su físico y escribe sus imaginativas memorias sexuales en las que acaba en en un centro de rehabilitación con los estigmas de Cristo y es asesor sexual de Bon Jovi al que ni siquiera conoce. Su hermana se dedica a jugar a Sexo en Nueva York aunque tenga que chantajear a sus conocidas para que la acompañen en sus salidas nocturnas. Y luego están los dos colegas de esta singular familia que tienen ideas tan geniales como simular su muerte o compartir un currículum para conseguir un trabajo conjunto cobrando el salario mínimo. Porque no lo hacen por dinero, sino para disfrutar de seguro médico. Eso sin contar que el más colgado de todos mezcla comida para gatos con cerveza y luego esnifa pegamento para sentirse cansado y enfermo y poder dormir sin oír a los cincuenta gatos que arman un jaleo tremendo en el cochambroso edificio donde vive.
Pues sí, fue escribir esta entrada y quitar la serie, lo que dije "la nueva serie de los tontos"
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