La protagonista forma parte de una organización de super agentes. Ella está enamorada de su compañero y pretende dejar la organización al finalizar su próxima misión para empezar una nueva vida con él pero tras robar el anillo del dragón, es traicionada por su amante y muere. Se despierta en un mundo paralelo en el cuerpo de una chica débil y carente de poder espiritual, lo que en ese mundo equivale a ser un marginado. Eso llama la atención del príncipe demonio que enseguida nota variaciones en el flujo de energía.
No sé cómo definir exactamente este donghua. Parece como si el estudio de animación estuviera situado en medio de un campo de amapolas. El primer capítulo es realmente espectacular con toda una ambientación de super espías. La animación es buena y los dibujos son bonitos, los personajes molan y la historia es interesante. Todo va bien hasta que las amapolas (o algo peor) comienza a provocar alucinaciones en los guionistas y empiezan a sacarse personajes fantástico-mitológicos de la manga, y venga explosiones y venga hilos argumentales alternativos que se cruzan y se fusionan y luego se desligan... después de tres temporadas queda abierta y al final iba más perdida que Kung Fu buscando a su hermano. Una lastima porque la idea era muy buena.
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