Park Hae wai es una entusiasta botánica que trabaja en el museo de historia natural de Ulán Bator (Mongolia). Un día, tras un chequeo médico debido a sus fuertes dolores de cabeza, recibe la noticia de que tiene un tumor cerebral y le quedan unos seis meses de vida. Cómo es huérfana, dona todos sus ahorros a la beneficencia, deja su trabajo y se marcha a conseguir su sueño: encontrar una flor que no haya sido descubierta todavía. Por suerte o por desgracia, sufre un ataque en medio del desierto, pierde su coche con lo poco que le quedaba y es rescatada por Ji Eun Sung un hombre misterioso que vive en medio de la nada con su perro. Eun Seung es un rancio que huye de la gente y quiere que Hae Wai se marche cuanto antes para retomar su vida de aislamiento. Ella le pide ayuda porque lo ha perdido todo y él termina cediendo a regañadientes. Las cosas no son lo que parecen y, definitivamente esos dos estaban destinados a encontrarse.
Un manhwa muy agradable sobre el autoconocimoento y las prioridades vitales. Hae Wai es una persona vital y entusiasta con todo lo que hace pero tiene la espinita de no tener arraigo por su condición de huérfana y cree que está sola en el mundo cuando en realidad todos sus allegados la adoran. Eun Sung está amargado por las inercias familiares y los obstáculos que le impiden hacer las cosas tan bien hechas como su responsabilidad le dictaría. En realidad es un hombre muy sensible e introspectivo que oculta su naturaleza bajo una máscara de frialdad. Ambos consiguen llegar a su esencia al encontrarse en medio del desierto de Mongolia.
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