La vida de Geuyeung no ha hecho más que ir de mal en peor desde que la revista dónde trabaja como reportera la envío a cubrir un evento en el que tuvo un desafortunado desencuentro con Hoo Joon, un ídolo nacional del K-pop. A partir de ese momento comienza a perderlo todo: su reputación, su trabajo e incluso su casa. Empeñada en limpiar su nombre decide ir a por todas y desenmascarar a Hoo Joon pero lo único que consigue es que todo el pais la odie y que nadie quiera contratarla. Ni siquiera es capaz de encontrar un sitio dónde vivir debido a la fuerte presión mediática así que la única opción que le queda es participar en un reality show junto al hombre al que ha jurado destruir. En medio de todo este caos, la persona que le ofrece ayuda es la que menos se podría esperar ¿Será que Hoo Joon no es tan malo como ella pensada?
Una historia muy interesante sobre las apariencias, los prejuicios y las presiones sociales. Geuyeon se ve obligada a participar en un reality show que obviamente está diseñado para hacerla quedar mal a ella y dar más popularidad a Hoo Joon quién en realidad tampoco quiere participar. Sólo lo hace porque es presionado por su compañía discográfica. Al verse obligados a pasar tiempo juntos se van dando cuenta de que las circunstancias tanto de uno como del otro son mucho más complejas de lo que parece y que hay intereses oscuros detrás que pretenden perjudicarlos, sobre todo a él.
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