Hace tiempo que no escribo en la bitácora porque he estado muy ocupada haciendo el oso con mis redes sociales. Si recordáis en entradas anteriores comentaba que soy una negada para las redes sociales y que mi Instagram da pena. No me desdigo de cuánto dije pero ahora mis redes ya no son tan patéticas porque he descubierto el maravilloso mundo de la almohadilla (#) a la que ahor
a todo el mundo llama hastag. La verdad es que más o menos funciona aunque tengo que acabar de pillarle el aire. Me ha aumentado el número de seguidores e incluso hay gente que le da al corazoncillo ese tan mono. En fin que estoy haciendo experimentos, cuelgo fotos de mis libros... Es divertido. Siempre y cuando no te obsesiones y te lo tomes como lo que es, una herramienta en el mejor de los casos y un divertimento en el resto. A lo mejor algún día incluso vendo libros🤣🤣🤣 pero para eso creo que aún tengo que aprender bastante.
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